Las algas marinas aparecen en escritos de China que datan del s.VI a.C., por lo que es sabido que empezaron a consumirse hace miles de años. Y si piensas que sólo se consumían en Asia, te diré que los celtas, los vikingos o los romanos también usaban diversas variedades de algas marinas en sus dietas. Aunque sin duda, la cultura que más ha utilizado culinariamente estas algas es la japonesa.
¿Pero qué tienen las algas marinas para ser tan buenas para tu salud? Te proporciono a continuación, 6 buenas razones:
- Tienen entre diez y veinte veces más minerales (calcio, hierro, potasio, magnesio, yodo) que las verduras terrestres, dado que el mar se ha ido enriqueciendo de diferentes minerales a lo largo de millones de años de erosión. Especial atención merece el yodo, que es difícil de encontrar fuera del mar.
- Las algas marinas también son ricas en vitaminas A, B, C, E.
- Ayudan a eliminar las toxinas de nuestro cuerpo gracias al ácido algínico que contienen. De igual forma, contribuyen a la expulsión de metales y sustancias nocivas que han entrado en nuestro cuerpo a través de la alimentación (por ejemplo mercurio a través de pescados grandes) o también a través de la cosmética (derivados del petróleo, etc).
- Los estudios constatan que en las zonas donde se consumen las algas marinas abundantemente hay un índice bajísimo de hipertensión arterial.
- Su gran cantidad de minerales contribuye a remineralizar los huesos, a alcalinizar la sangre y a reforzar el sistema nervioso.
- Y si estás intentando perder peso, te interesará saber que las algas marinas son depurativas y ayudan a disolver grasas.
Quizás estés pensando que los océanos y los mares están demasiado contaminados… tranquila porque las algas marinas no absorben tanta contaminación como los peces y, además, donde el nivel de contaminación es alto, las algas no crecen.
En el siguiente infográfico te muestro las 5 algas marinas que yo personalmente más utilizo y las principales propiedades que tienen para tu salud.
¿A que suena todo genial? ¡Pues vamos a ver cómo podemos cocinarlas !
Primero de todo es necesario saber que algunas de las algas pueden consumirse tras el remojo, mientras que otras necesitan cocinarse. Y por regla general, no se aconseja re-utilizar el agua de remojo de las algas.
Alga Kombu: Requiere de 45′ de cocción. Por eso su uso más frecuente es en la cocción de legumbres (garbanzos, lentejas, etc). Además, cocer las legumbres con alga kombu ayuda a que digieras más fácilmente las legumbres.
Alga Wakame: Se remoja 3-5′ y ya puede ser consumida. ¡Eso la convierte en una de las más utilizadas porque es muy práctica! En ensaladas es donde yo más la utilizo.
Alga Dulse: Se puede comer cruda después del remojo de 1-2′. Pero ojo, lávala bien porque si no, encontrarás restos de conchas entre ellas al masticarlas . Por esta razón es que esta alga es de las que menos utilizo… La puedes añadir a ensaladas, a la pasta, los cereales…
Alga Espagueti de mar: Es necesario remojarla 15′ y cocinarla otros 15-20′. O sea que cuando te propongas cocinarla, aprovecha y prepara una buena cantidad para tener en la nevera. Si practicas la técnica del Batch Cooking, aprovecha ese día para también cocinar esta alga y tenerla lista para consumir durante la semana.
Alga Nori: Habitualmente se compran en forma de hoja que se tuesta unos 10″. Su uso más habitual es como envoltorio de los sushis. Pero también encontraréis esta alga en forma de copos que puedes utilizar a modo de topping sobre tus cremas de verduras, por ejemplo.
¿Cuál es tu alga marina favorita? Si nunca las has probado, ¿te animas a introducir esta semana una de las variedades en tu alimentación? ¡Cuéntame qué te han parecido!
Mónica